Ash

Ash Nazg durbatulûk, ash Nazg gimbatul, ash Nazg thrakatulûk agh burzum-ishi krimpatul.

martes, 24 de diciembre de 2013

Las cartas de Papá Noel

En la navidad de 1920, el pequeño John Tolkien de apenas 3 años de edad recibió una carta muy especial. Se trataba de una carta llena de color y con vistosos dibujos proveniente directamente del Polo Norte. Su autor: Papá Noel. O al menos esto es lo que decía en el sobre.

En realidad la carta era un regalo del Profesor Tolkien a su primer hijo. Por aquellas fechas ya había nacido el segundo hijo de Tolkien, Michael, quien tenía dos meses de edad. Tolkien decidió que era importante acercar a sus hijos a la fantasía y pensó que la mejor forma de hacerlo era creando para ellos todo un mundo mágico relacionado con la Navidad. Lo que no está claro es si el Profesor Tolkien estaría consciente que aquella carta sería tan sólo la primera de una serie que se extendería todos los años hasta 1943.

Tras la muerte del Profesor en 1973, la segunda esposa de Christopher, Baillie, se dedicó a la tarea de reunir las cartas que aún estaban en posesión de los hermanos Tolkien. El resultado fue la publicación en 1976 del libro Letters from Father Christmas (Cartas del Hombre de Navidad), el cual apareció simultáneamente en Londres bajo la firma de Allen & Unwin, y en Boston, bajo la de Houghton Mifflin. En este libro se reproducen las cartas a partir de 1925, algunas en facsímil. Además se incluyen las hermosas ilustraciones que las acompañaban, algunos sobres decorados y hasta los “timbres del Polo Norte”, cuyo valor es en “kisses” (besos).

A través de estas cartas podemos ver el gran amor que J. R. R. Tolkien guardaba por sus cuatro hijos. En 1924, cuatro años después de iniciada esta bella tradición, nació Christopher, quizás su más cercano colaborador en la conformación de Tierra Media. En 1929 nace Priscilla, su última descendiente.

Cada carta narra las aventuras de Papá Noel en el Polo Norte mientras prepara la entrega de regalos de cada año. En un principio las historias eran sumamente sencillas e involucraban tan sólo al propio Papá Noel y a Karhu, el oso polar. Este último era el responsable de la mayoría de los accidentes que se narran en las cartas y que propician las aventuras.

Sin embargo, pronto las historias se llenaron de nuevos personajes: los dos desastrosos sobrinos del Oso Polar, los elfos de la nieve, los gnomos verdes y rojos, los malvados duendes (goblins) y el elfo-secretario de Papá Noel, Ilbereth, quien de vez en cuando escribía fragmentos de las cartas en “Tengwar”.

Las historias también se fueron haciendo más complejas y reflejaban en ocasiones los acontecimientos que ocurrían alrededor de la familia Tolkien. Es por ello que en 1931, cuando la familia Tolkien sufre los efectos de la terrible crisis económica, el Hombre de Navidad les cuenta a los niños que no puede llevar todos los regalos que le han pedido ya que “en todo el mundo existe una espantosa cantidad de personas que son pobres y padecen hambre”. En 1933, cuando el régimen Nazi llega al poder en Alemania, el Polo Norte es atacado por los terribles duendes. Durante la Segunda Guerra Mundial las cartas se tornan un tanto tristes, pues la guerra provoca muchos inconvenientes para Papá Noel, quien incluso llega a perder a algunos mensajeros que trataban de traer noticias de Europa.

Aunque las cartas fueron escritas en papel, la tradición de la familia Tolkien implicaba que cada carta era leída en voz alta por el Profesor delante de su esposa e hijos durante la mañana de Navidad. Esta reunión familiar casi siempre era acompañada de leche y galletas.

Algunas de las historias nacerían exclusivamente de la mente del Profesor Tolkien. Otras serían respuestas a preguntas que los niños Tolkien le escribían a Papá Noel. A través de algunas vemos incluso atisbos del resto de la obra de Tolkien: el ataque de los duendes a los talleres de Santa recuerdan muchos de los pasajes de la guerra entre elfos y orcos en El Señor de los Anillos o El Hobbit. El nombre de Ilbereth es muy similar al epíteto “Elbereth” utilizado por los elfos de Tierra Media para referirse a Varda, la Reina de los Valar. Incluso la utilización de las formas de escritura características de los elfos crea una especie de relación mágica entre ambas obras.

En la carta escrita en la navidad de 1927, el Hombre de la Luna(personaje del cuento Roverandom, el cual Tolkien comenzó a escribir precisamente durante ese año) es invitado por Papá Noel al Polo Norte. Allí bebe más aguardiente de la cuenta mientras come pastel de ciruela y juega al “dragón”. Luego se queda dormido y es empujado por el Oso Polar debajo del sofá, donde permanece hasta el día siguiente. Durante su ausencia, en la luna aparecen dragones que levantan tal humareda que provocan un eclipse y obligan al Hombre de la Luna a volver de prisa a su hogar.

Gracias a estas cartas vemos una faceta del Profesor Tolkien llena de humor, ternura y reflexión, en donde trata de dejar hermosas enseñanzas en el corazón de sus cuatro hijos. Si con El Señor de los Anillos Tolkien buscaba crear una mitología para Inglaterra, con las Cartas del Hombre de Navidad el Profesor consigue crear una pequeña mitología para su propia familia.

La última carta fue entregada a la familia Tolkien en 1943 y estaba dedicada a Priscilla, quien en ese entonces tenía 14 años (John tenía ya 26 años, Michael 23 y Christopher 19). En ella, el Hombre de Navidad les pide a los Tolkien que nunca olviden cómo soñar y que dediquen cada momento de sus vidas a hacer el bien. Mediante un mensaje de esperanza les dice que a pesar de todo lo malo que puede estar ocurriendo en el mundo (la Segunda Guerra Mundial se extendería aún por otros dos años) nunca se debe perder la capacidad de creer en un mejor futuro. Por último se despide afirmándoles que no deben sentir preocupación por él y sus amigos,“pues el Polo Norte está muy lejos de las guerras de los hombres, y el viejo Oso Polar siempre mantendrá a raya a los duendes bribones”.

El Smial Sammath Naur, les desea una excelente Nochebuena y feliz Navidad.


domingo, 22 de diciembre de 2013

Sammath Naur en la Navidad Sachera

La 'Navidad Sachera' es la 'Navidad del Monte', evento cultural que se realiza en el Parque Aguirre para cerrar el año en la Feria de Artesanos. La organización de dicho evento invitó a nuestro Smial Sammath Naur a participar y exponer libros, estandartes, realizar pequeñas charlas y degustación de Lembas y Panes de la Comarca. Lamentablemente al terminar de armar nuestro Stand, comenzó el cambio de tiempo y pasados por agua desarmamos nuestra exposición. Por suerte, tuvimos unos cuantos minutos para tomar fotografías. Será la próxima.










jueves, 19 de diciembre de 2013

Tolkien y su esposa, los verdaderos Beren y Lúthien.

¿Por qué motivo, la obra de J. R. R. Tolkien causa tales niveles de devoción y culto, más allá de la parafernalia fílmica y la mercadotecnia adyacente? Existen, desde ya hace años, grupos de estudio de las lenguas élficas, pintores dedicados a ilustrar la Tierra Media, revisionistas de sus obras, y curiosos que memorizan y analizan los mas minúsculos aspectos de su obra. A veces imagino la expectación de Christopher Tolkien al entrar a la habitación donde guarda todos esos papeles, notas, apuntes y trabajos a medio concluir.
Pero, ¿es realmente digno de tanta admiración? Y si fuese así, ¿Cuál es la causa? ¿Qué es aquello que encontramos en Tolkien, que, por ejemplo, no lo tiene C.S. Lewis, escritor contemporáneo suyo? La respuesta es simple y complicada a la vez. Se trata de la Magia. Si, magia, pero no la magia de “hocus pocus” o el moderno “Avada Kedabra”. No la magia de transformar príncipes en sapos o la magia de países imposibles con personas inimaginables. La magia de Tolkien, así como él mismo lo expresó, en su ensayo “Sobre los cuentos de hadas”, es la magia de la Subcreación.


Hagamos un paréntesis. La creación fantástica literaria, antes de Tolkien, no tomaba en serio a la magia. Bajo la visión de la Ilustración y el cientificismo del siglo XIX, el concepto de “magia” se unió al concepto “cuentos de hadas”. Y los cuentos de hadas, antiguas leyendas y mitologías paganas, se destinaron a los niños, quienes, crédulos, podían aún creer en fantasías y encantamientos. Esta visión denigrante de los adultos hacia la magia la explora Tolkien en su cuento “El herrero de Wotton Mayor”, donde el antagonista decora un pastel con hadas de azúcar, “porque esas cosas son las que les gustan a los niños”. Grimm, Perrault y Collodi, citando a algunos, si bien mencionaron a la magia, solo era con un sentido práctico o alegórico. No les interesaba mucho (ya que ese no era el fin de sus cuentos) averiguar cómo funcionaba la magia, o de donde se originaba. La calabaza se transforma en un carruaje “por arte de magia”. Fin de la explicación. Tanto es así que el verdadero propósito de los cuentos de hadas es proporcionar una especie de moraleja subliminal para los niños. Bruno Bettlelheim, en su libro “Psicoanálisis de los cuentos de hadas” se hace un estudio de las características de dichos cuentos, vistos como una manera de que el niño madure y evolucione a un adulto completo y funcional. Las hadas, los gnomos y los ogros de estos cuentos son simples accesorios, simbolismos o adornos folklóricos. Esas creaciones, si bien hermosas, se sienten acartonadas. Como el brillante escenario de una gran ópera. Pero todos sabemos, y los niños mejor que nadie, que esa fortaleza de papel, caerá al menor empujón.
Los relatos de Tolkien tienen mejores cimientos. Aparte de su prosa – clara, concisa, sin abusar del retruécano o el adjetivo inútil – la Tierra Media fue creada, en su mente y en el papel, como una Tierra Real completa, mediante la Subcreación.
¿Y, que es la Subcreación? Es el acto de crear, a manera de como Dios lo hizo alguna vez, vida y esencia. Dios es el único que puede crear con materia. El hombre solo puede crear con palabras. Pero Tolkien respeta el poder de las palabras. Si las palabras son (o fueron) conceptos, y dichos conceptos son imágenes en nuestra mente, al escribir:
“Un níveo castillo, alzándose sobre las raíces de la titánica montaña, iluminada con oro, y con sombras de plata.”
Al cerrar los ojos, podemos revivirlo. Ya estáLo hemos creado. Hemos utilizado la Subcreación, hemos hecho magia. La magia de los elfos, como Tolkien la describe, es la voluntad de mantener la belleza del mundo. Tolkien explica que el encantamiento, es en principio, una palabra, un adjetivo, que ejerce su efecto en un sustantivo. El sustantivo “gato” recibe el encantamiento del adjetivo “negro”. ¿Pueden imaginarlo? Hemos creado un gato negro en el interior de sus mentes.
Tolkien vivió dos Guerras Mundiales. Conoció el dolor, el sufrimiento y la muerte absurda. Las visiones mecanicistas, en donde el hombre era desechable, en donde se privilegiaba la gran máquina de guerra en lugar del honor y la virtud del guerrero, influyeron en sus creaciones. Tolkien no escribió acerca de elfos o enanos porque el mismo quisiera escapar a un mágico reino de felicidad perpetua, sino porque en esos símbolos el vertió su visión de la torcida realidad. Los elfos son la parte idealista de su obra, una belleza perfecta, eterna y poderosa. Pero incluso estos seres tienen sufrimientos y pesares, como la pesada carga de la inmortalidad. Los enanos son la parte materialista, preocupados en la tierra y el oro, no ven más allá de su propio beneficio, pero incluso ellos tienen virtudes, como la lealtad y la fuerza. Los hombres son el potencial, tanto al bien como al mal, en ellos hay herencia de cosas grandiosas, pero pueden degradarse y caer a extremos viles. Y los hobbits, esa raza simpática, es la gente pequeña, aquellos aparentemente indefensos y tontos, las victimas perfectas de cualquier otra historia (pero no de ésta), somos nosotros, los seres normales, que no blandimos una espada o que no podemos realizar encantamientos de protección. Pero incluso nosotros, los más pequeños e insignificantes, podemos ser capaces de cambiar la realidad, con la única fuerza de nuestra voluntad.
Eso es lo que Tolkien quiere decirnos. Aún en la peor guerra, aún en una época donde es preferible ser grotesco y egoísta, aún en contra de todas las probabilidades, aún hoy, podemos encontrar en nosotros, seres minúsculos, hogareños y casi insignificantes, la fuerza para derrotar al peor de los males, sobrevivir, e incluso, regresar a casa. En un viaje de ida y vuelta.
Hay quienes lo critican, tildándolo de demasiado romántico. Cierto, lo admito. La realidad a veces es demasiado dura, y el mensaje de Tolkien se diluye. Sin embargo, como ocurre en Sandman, de Neil Gaiman, cual a él le preguntaron qué cosa acabaría con una supernova, con la antivida, el respondió “esperanza”. Y todos los demonios permanecieron callados.
En las palabras de Tolkien hay esperanza. Esperanza no en derrotar al mal, no en ganar un reino. Esperanza en nosotros mismos, en que podremos cargar nuestro propio Anillo, y cumplir con esta absurda y peligrosa misión que es la vida humana.
Larga vida al Maestro.


Gracias a Enrique Puppo por compartirlo en: 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Pan de Lembas - Paso a paso

Después de probar varias recetas, ingredientes, cantidades y técnicas para elaborar las Lembas, decidimos 'pulir' la receta que más se acercaba a la idea original quedando como resultado final lo siguiente:

Pan de Lembas, paso a paso, elaborado por la subcomisión de gastronomía del Smial Sammath Naur.

Ingredientes:
Para 14 Lembas aprox.

  • 2 tazas de harina 0000.
  • 1/2 cucharadita de polvo leudante.
  • 1/4 cucharadita de sal.
  • 120 grs. de manteca
  • 1/2 taza de azúcar rubia.
  • 1 cucharadita de canela molida.
  • 1 cucharada de miel.
  • 1/2 taza de crema de leche.
  • Ralladura de 1 limón.




Procedimiento:

1°.- Tamizar la harina e incorporar el polvo leudante, sal, canela, azúcar, ralladura de limón y miel en un bowl y mezclar. Colocar la manteca fría. Sablear los ingredientes con ayuda de un cornet o tenedor. 



Sablear consiste en dar pequeños golpecitos sistemáticos sobre la materia grasa para lograr así un 'arenado' con los ingredientes secos. En ningún momento se debe trabajar con las manos. No se aplica calor a este tipo de masa. Es fundamental que la manteca esté bien fría para lograr la técnica.


El resultado del 'sableado' es un 'arenado' como el que se muestra en las siguientes fotografías:




Este tipo de masas se conocen como 'masas quebradas', sus características principales son, primero en particular, la ausencia de gluten y cuerpo, por lo que obtenemos masas crocantes y delicadas y en segundo lugar son masas completamente 'friables', por lo que necesitan mucho tiempo de frío y se desgranan en boca al morderlas.

2°.- Agregar la crema de leche y mezclar con el cornet o tenedor hasta formar la masa, sin amasar y sin usar las manos. 



Se debe lograr una masa firme como se muestra en la fotografía:


3°.- Colocar papel film o papel anti-adherente en la mesada de trabajo para evitar que la masa se pegue.


4°.- Envolver la masa con dicho papel dejando espacios libres a los costados para poder estirarla sin problemas.



5°.- Colocar la masa estirada en el freezer por 20 minutos aprox. La masa necesita bastante tiempo de frío y debe quedar dura.


6°.- Retirar el papel film de un lado y cortar la masa con el cortante cuadrado.


7°.- Estibar las lembas en una placa, no necesita manteca ni harina debido a la cantidad de materia grasa que posee la masa.

Estibar quiere decir acomodar las piezas en la placa o asadera.



8°.- Con ayuda de un cuchillo marcar las lembas en cruz sin llegar a cortar hasta el final.


9°.- Llevar la placa con las lembas nuevamente a freezer por 20 minutos.

10°.- Retirar la placa con las lembas del freezer y llevar directamente a horno pre-calentado a 200° por aprox. 20 minutos o hasta que tomen cierto color dorado. 

Es importante respetar los tiempos de cocción ya que si nos pasamos y las sobrecocinamos, cambiamos la textura final de las galletas.

11°.- Dejar reposar en una rejilla hasta que enfríen.



Nunca colocar las lembas calientes directamente sobre la mesada o un plato, porque comienzan a transpirar y modificamos el resultado final. Siempre debe quedar 'aire' entre la mesada de apoyo y las lembas calientes.

12°.- A envolver y disfrutar!


Pan de Lembas - Información

Lembas es el nombre que recibe un alimento perteneciente al legendarium del escritor J. R. R. Tolkien. Se trata de un pan que recupera las fuerzas de aquel que lo consume. Está hecho con cereales que la Valië Yavanna sembró en los campos de Aman, y que los Eldar obtuvieron como regalo durante su Gran MarchaMás tarde, éstos sembrarían por su cuenta el cereal, que crecía rápidamente y solo necesitaba un poco de luz solar. A estos Elfos se les encomendó conservar las lembas sólo para sí mismos y no compartirlas con los hombres, no por la codicia o los celos, sino porque se decía que si los mortales comían demasiado de este pan se cansaban de ser mortales y deseaban vivir con los elfos en los Campos de Aman, lugar vetado para ellos.


La elaboración del pan sólo era conocida por unas pocas Elfas, las llamadas Yavannildi o Ivorwin ("Doncellas de Yavanna" en las lenguas quenya y sindarin, respectivamente), a las que Yavanna había enseñado el secreto de cómo elaborarlas. 

Eran unas galletas de harina tostada y color crema por dentro que, además de agradables al paladar, aportaban el sustento necesario para todo un día de viaje.

En El Señor de los AnillosGaladriel es la responsable de la preparación de las lembas en Lórien. Según El Silmarillion, Galadriel aprendió el secreto de la preparación de este pan de Melian, la reina consorte de Doriath y una maia que había trabajado junto a Yavanna en Valinor antes del despertar de los Elfos.

Este pan formó parte de los regalos que Galadriel entregó a la Compañía del Anillo al partir de Lórien; fue uno de los momentos en que se rompió la prohibición de dar lembas a los mortales debido a la importancia de la misión. Las lembas fueron el alimento de Frodo y Sam mientras se acercaban a su destino en Mordor, y posiblemente sin aquellas galletas no hubieran llegado al final de su viaje.


Pan de Lembas, paso a paso, elaborado por la subcomisión de gastronomía del Smial Sammath Naur: click aquí.

martes, 17 de diciembre de 2013

El Hobbit: La Desolación de Smaug - Evento Estreno

El Jueves 12 de Diciembre, representantes del Smial Sammath Naur, filial oficial de la Asociación Tolkien Argentina, se hicieron presentes en Cinemacenter para disfrutar del estreno de la segunda parte de 'El Hobbit', adaptación de la obra de nuestro querido Profesor J. R. R. Tolkien. Compartieron con el público santiagueño la exposición de libros y estandartes y degustación gratuita de Pan de Lembas junto al Rey Brujo de Angmar, Bilbo Bolsón y Eruwen, Elfa de Lórien.